Contamos con técnicas que logran devolverle al rostro la definición que se pierde con el paso del tiempo, sin necesidad de una cirugía
Existen, en la actualidad, muchas técnicas y procedimientos que pueden aplicarse en los tratamientos no quirúrgicos para lograr un efecto lifting, definiendo el contorno facial y mentón, pero sin cirugía .
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Dentro de los signos que más se comienzan a notar con el paso del tiempo, en el proceso de envejecimiento, es la pérdida de firmeza en el contorno facial, lo que provoca que el rostro cambie.
Este cambio se produce cuando las estructuras de la cara descienden, es entonces cuando se comienza a ver que la base del rostro (el mentón) se vuelve más achatada y ancha. Esto sucede ya que con el tiempo se pierde densidad ósea, los componentes grasos del rostro descienden y el tejido de soporte de la mandíbula inferior pierde fuerza, haciendo que la cara sea muy plana en la parte inferior.
Al corregir esa definición del contorno facial y mentón hace que el rostro se vea más firme, joven, más ascendente y menos flácida, lo que ha demostrado que la zona del tercio inferior del rostro se ha vuelto una de las más importantes a tratar, mediante los procedimientos de rejuvenecimiento facial.
Lo que se busca con este procedimiento es:
Los procedimientos destinados a definir el contorno del rostro, se realizan utilizando materiales que estimulen la formación de colágeno, mediante procedimientos que permiten darle soporte a los tejidos desde el malar, para que ese tejido no se vea flácido, definiendo la estructura ósea y tratando la musculatura con diferentes sustancias como el botox.
Los procedimientos son personalizados, de acuerdo a la necesidad de cada paciente, y generalmente incluye la combinación de diferentes tratamientos, porque existen gran cantidad de mecanismos que generan la pérdida de definición del rostro, por lo que es importante reestructurar el rostro desde las estructuras de soporte de tejido blando para que el cambio sea efectivo.
Cada zona del rostro, así como cada una de las estructuras en las que se trabajan, tienen características diferentes por lo que la técnica de aplicación del producto varía.
Además, en combinación a todos estos procedimientos, la utilización de tecnología láser es de gran ayuda para estimular la producción de colágeno, de modo que la piel se adhiera más firmemente a la estructura facial.