Dentro de la gran variedad de tratamientos dermatológicos, que se utilizan para mejorar el aspecto de la piel y desvanecer los signos de la edad, se encuentran, no solo la tecnología láser sino también los tratamientos complementarios como los peelings, que ayudan a potenciar los efectos deseados.
Todo tratamiento dermocosmético implica una evaluación de las lesiones presentes y un análisis de la calidad de la piel de los pacientes. Incluso, el proceso de envejecimiento se presenta de diferentes formas en cada persona.
En ocasiones pueden presentarse algunos pacientes con flacidez, algunos otros con manchas, o solo con evidentes marcas de expresión como son las arrugas. Por esto mismo es que cada tratamiento se debe ajustar a las manifestaciones que cada persona presente y esta es la razón que hace importante la evaluación con un especialista en dermatología, como la Dra. Angélica Dominguez, que logra personalizar el tratamiento de acuerdo a cada necesidad.
El peeling es una herramienta de uso frecuente en tratamientos dermatológicos. Se puede realizar en diferentes parte del cuerpo, no solo en el rostro, sino también en escote, manos, incluso en piernas y espalda. Es adecuado para diversas afecciones de la piel, como el acné y sus marcas, asperezas, cicatrices e hiperqueratosis. Es una terapia complementaria para contribuir a la eliminación de manchas y al rejuvenecimiento de la piel.
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El peeling es una técnica de exfoliación de la piel que implica aplicar una sustancia, o el uso de tecnología y dispositivos especiales, para eliminar las células muertas, renovando así las capas superficiales de la piel para tratar algunas alteraciones y mejorar su apariencia.
El peeling es el tratamiento ideal para eliminar las manchas cutáneas causadas por la luz solar, el acné o los problemas hormonales reflejados en la superficie cutánea. También es muy efectivo para combatir las arrugas iniciales, mejorando el tono y la textura de la piel, logrando un aspecto más sano y devolviéndole lozanía y vitalidad.
El peeling tiene otros beneficios para la piel, ya que estimula la producción de colágeno, activa la circulación de los vasos sanguíneos y mejora la absorción de otros productos dermatológicos, por lo que también puede aplicarse como tratamiento complementario. También reduce efectivamente los poros, elimina espinillas o puntos negros y reduce las cicatrices.
El tratamiento con peeling es un procedimiento no invasivo, requiere una evaluación de las lesiones presentes en la piel y de las características de la misma, ya que según estas condiciones se puede realizar una mayor o menor abrasión de la superficie cutánea. Para ello, se pueden aplicar diferentes métodos:
Es un procedimiento en el que se utiliza una herramienta especial como el torno, cristal o piedra. Un ejemplo de peeling mecánico es el que se realiza con los dispositivos de microdermabrasión, como las puntas de diamante. El propósito es eliminar las células muertas de la piel, promover la regeneración atrayendo nuevas células a la superficie, minimizar las arrugas y promover la producción de nuevo colágeno. Alisa las arrugas verticales como códigos de barras y ceños fruncidos.
En este tipo de procedimiento se exfolia la piel mediante el uso de una crema exfoliante (o sustancias abrasivas), que pueden eliminar la capa superficial de la piel, causando así varios cambios en el tejido, como eliminar manchas, flacidez, tratar el engrosamiento de la piel, líneas finas y demás alteraciones.
Existen diferentes tipos de sustancias y concentrados que se utilizan en el peeling químico, su elección depende del ph de la piel además de las lesiones que se presenten, por ello deben ser aplicados por un dermatólogo, especialista en el tratamiento y el cuidado de la piel.
El propósito del peeling con ultrasonido es limpiar profundamente la piel, dragar los poros, controlar el acné, reducir las imperfecciones y promover la penetración de los ingredientes activos colocados.
Como todos los exfoliantes, la técnica se basa en la eliminación de tejido muerto y residuos. En este caso, sin embargo, esto se logra mediante un dispositivo que emite vibraciones mecánicas y al entrar en contacto directo con el tejido, promueve la función de los fibroblastos, realizan la exfoliación cutánea y la regeneración de colágeno y elastina, mejorando así la oxigenación y nutrición de los tejidos.
En conclusión, el peeling ultrasónico se realiza por medio de ondas ultrasónicas, en el que se retiran las células muertas, activando el colágeno y dándole a la piel un aspecto más sano.
Queda claro que el peeling consiste en la aplicación de una sustancia, con la ayuda de dispositivos o mecanismossobre la piel, con objeto de exfoliar las capas más superficiales y estimular su regeneración natural. Se utiliza para mejorar el aspecto de la piel dañada por el sol, disminuir arrugas finas y aclarar o eliminar manchas características del proceso de envejecimiento.
En los peelings químicos se comienza con la aplicación de una sustancia química que produce exfoliación de la piel, destapando los poros, ayudando a que se cierren, disminuyendo manchas residuales y mejorando la textura de la piel. Dependiendo del poder de penetración de las sustancias se eliminarán más capas de piel. El peeling se emplea con mayor frecuencia en la piel de la cara, cuello, brazos y manos pero, ¿qué sucede con las pieles sensibles?
Cuando un paciente tiene piel sensible, es fundamental analizar y cuidar el método aplicado. Incluso uno de los factores más importantes que se deben regular en estos casos, es el tipo y la concentración de las sustancias con las que se realice el peeling. Además, es importante estudiar en qué profundidad e intensidad se aplicará el tratamiento, ya que una exfoliación excesiva puede generar cicatrices a largo plazo o periodos de enrojecimiento muy largos e innecesarios.
La intensidad (superficial, media o profunda) de la exfoliación en la que se decida trabajar depende del tipo de piel, el problema que el paciente presente y que el profesional esté tratando de corregir, el resultado esperado y la duración del tratamiento. Los dermatólogos son los profesionales indicados para implementarlos y controlar la evolución de cada paciente.
Este tipo de procedimiento se realiza para trabajar afecciones en la epidermis y produce descamación moderada. Se pueden usar para limpiezas faciales, reducir las arrugas muy finas, eliminar las manchas superficiales, controlar la producción de sebo y suavizar el tono de la piel. Los ácidos más blandos, como los ácidos salicílicos y glicólicos o el peeling enzimático, son los más usados comúnmente.
La microdermabrasión con diamantes puede entrar en esta categoría. No producen descamación notable o enrojecimiento persistente y pueden usarse con más frecuencia que otros métodos.
Actúan en la capa superficial de la piel y también en la unión entre la epidermis y la dermis. Se aplican ácidos de mayor penetración con el fin de resistir el fotoenvejecimiento, el acné, las manchas moderadas a intensas, las arrugas alrededor de la boca, etc. El ácido mandélico o el ácido retinoico son algunos ácidos utilizados en las exfoliaciones medias. Producen una ligera descamación de la piel y un mayor enrojecimiento que el superficial, pero no cambian la vida diaria del paciente. La frecuencia de aplicación depende del ácido utilizado.
Su objetivo es la dermis media y profunda. Su propósito es eliminar arrugas y líneas profundas, marcas severas, cicatrices o lesiones precancerosas. Puede producir enrojecimiento y descamación importante durante varios días, cambiando así la vida diaria del paciente, por lo que es uno de los procedimientos que la Dra. Angélica Dominguez trata de evitar ya que pueden obtenerse resultados similares con otros métodos disponibles y que son menos ablativos. Se recomienda que entre las sesiones se considere un mayor tiempo de recuperación y cuidados más específicos y controlados. El ácido más utilizado en el peeling profundo es el fenol, que ilumina la piel y resiste el envejecimiento severo. Es un ácido muy fuerte y su aplicación significa un tiempo de recuperación prolongado.
La mayor contraindicación para realizar un peeling son las infecciones cutáneas. Es importante examinar la condición de la piel y las lesiones que presente, antes de comenzar con cualquier método de exfoliación ya que, de no hacerse una previa evaluación con un especialista en dermatología, se puede correr el riesgo de dispersar las infecciones presentes hacia zonas sanas.
Para realizar el peeling es necesario que el paciente asista sin maquillaje.
Luego de una sesión de peeling y dependiendo del tipo de método utilizado y la intensidad del mismo, el paciente debe cuidarse del sol. Los peelings medios y superficiales (que, generalmente, son los más utilizados) son procedimientos que no requieren grandes períodos de incapacidad. El sol es uno de los enemigos de la piel, por ello, luego de un peeling se aplican lociones hidratantes que ayudan al proceso de recuperación y cicatrización de la piel. Aún así, durante los primeros días, se aconseja evitar exposiciones solares y luego se debe proteger la piel con protectores adecuados.
El peeling, además de considerarse un tratamiento complementario, es un procedimiento que proporciona una excelente alternativa no quirúrgica para el rejuvenecimiento de la piel. Elimina manchas de diversa intensidad y propiedades. Suaviza las arrugas intensas y elimina las líneas finas. Promueve la regeneración de tejidos, ayuda a devolverle un aspecto suave y más elástico. Mejora cicatrices y estrías. Elimina las imperfecciones de la piel. Reduce los poros dilatados. Hace que el tono de la piel sea más firme. Hace que el color de la piel sea uniforme y la revitaliza. Las exfoliaciones bien hechas pueden proporcionar resultados increíbles, la apariencia de renovación de la piel puede verse de inmediato y no genera cicatrices posteriores.